Mes: mayo 2020

Violinistas Impacientes

Violinistas Impacientes

Uno tiene ya una edad y eso, a pesar de todo, tiene algunas ventajas. Ando por los cincuenta-y-muchos, y eso también forma parte de mi patrimonio. Reconozco que ahora soy más paciente y menos impetuoso de lo que lo era. Empiezo menos cosas, pero acabo muchas más.

Esto viene a cuento de algunos emails que me llegan de forma más o menos intermitente desde hace años. Por lo general, los usuarios [cada cual en su estilo] son muy amables y empiezan por agradecerme que ponga mis herramientas a su disposición.

Reconozco que ahora soy más paciente y menos impetuoso de lo que lo era. Empiezo menos cosas, pero acabo muchas más.

Pero también hay algunos que me comentan que acababan de empezar en el trading y “en un mes, o mes y medio” habrían probado de diseñar sistemas con tal o cual de mis indicadores sin gran éxito, o que no acaban de descubrir esa “señal o cruce mágico” que por lo visto esperaban encontrar en tal o cual de ellos, y que les «garantice» un porcentaje de acierto cercano a la infalibilidad. A veces se muestran decepcionados, aunque está claro que la decepción sólo es proporcional a las expectativas de cada cual.  

Os confieso que la gestión de este (y otros) tipo de correos es desigual y depende del día, de mi carga de trabajo y de mi estado de ánimo. A veces contesto y a veces no [mucho mejor cuando NO]. Sobre todo si vuelvo a leer la parte en que dicen que «en un mes o mes y medio«, recuerdo los AÑOS que llevo yo en la porfía.

Así que, aprovechando que hoy estoy de lo más calmado y paternal, escribiré este post y cuando reciba de nuevo ese tipo de mails, los remitiré aquí.

Pensad por un momento que soy un artesano constructor de violines o guitarras. Nadie puede pensar que por tener un violín (incluso un BUEN violín), va a conseguir al instante melodías embriagadoras, si antes no sabe algo de música.

Para eso hacen falta años de práctica y de solfeo. En «mes o mes y medio«, yo apostaría a que lo normal es que no consiga nada más que asustar y enloquecer a todo el vecindario con gruñidos y chirridos estridentes.

Nadie puede pensar que por tener un violín (incluso un BUEN violín), va a conseguir al instante melodías embriagadoras, si antes no sabe algo de música.

No creo que haya NADA hay en mis indicadores para que puedan considerarse ni una panacea infalible, ni un «santo grial» ni un atajo para un trading 100% eficiente.

Sólo son nuevos indicadores técnicos que, en manos de un buen trader que se los haga suyos, pueden mejorar sus resultados. Incluso, por encima de la media. Pero eso es mérito del trader, pues sabe sacar buen provecho a la herramienta.

En manos de un BUEN trader que se los haga suyos, pueden mejorar sus resultados. Pero eso es mérito del trader, que sabe sacar buen provecho a la herramienta.

Por eso se da la paradoja que la mayor parte de elogios los recibo de los traders y analistas más expertos, para sorpresa y desconcierto de muchos novatos. La razón es clara: ellos son buenos “músicos” capaces de sacarle buena música a mis instrumentos…, y a casi todos las demás.

Hace falta más de un mes o un mes y medio para saber tocar el cello así…

Hay que aprender música en lugar de cambiar constantemente de instrumento buscando uno que toque solo. Que si suena la flauta, seguramente será por casualidad…

Pensar Para NO Pensar

Pensar Para NO Pensar

Hay que dedicar MUCHO tiempo a pensar en nuestro sistema para luego no tener que dedicar NI UN SEGUNDO en ello cuando lo aplicamos.

El Bar “El Farol” o Por Qué Buscar Nuevos Métodos

El Bar “El Farol” o Por Qué Buscar Nuevos Métodos

El caso del bar “El Farol” es un problema planteado en el marco de la teoría matemática de juegos y de una aplicación en los mercados bursátiles tan evidente que no hará falta ni detallarla demasiado.

Esta es una de las razones que me impulsa a pensar que investigar nuevos métodos y herramientas de trading tiene matemáticamente sentido.

Se basa en una anécdota real acontecida en un bar de la ciudad de Santa Fe (Nuevo México) llamado “El Farol” y fue planteado inicialmente por el economista W. Brian Arthur en 1994.

El planteamiento del problema es el siguiente: En Santa Fe hay un número finito de personas. El jueves por la noche, todo el mundo desea ir al Bar “El Farol”. Sin embargo, “El Farol” es un local muy pequeño, y no resulta agradable si está demasiado lleno. Así pues, existen las siguientes “reglas” en el lugar:

  • Si menos del 60% de la población va a ir al bar, entonces es más divertido ir al bar que quedarse en casa.
  • Si más del 60% de la población va a ir al bar, entonces es menos divertido ir al bar que quedarse en casa.

Por desgracia, todo el mundo ha de decidir si ir o no ir al bar al mismo tiempo y no es posible saber por anticipado cuánta gente ha decidido ir.

La importancia del problema estriba en que no importa que método (determinista) siga cada persona para decidir que hacer: si todo el mundo usa el mismo método está garantizado que el método será inefectivo.

Si todo el mundo usa el mismo método y éste sugiere que el bar no estará lleno, entonces todo el mundo acudirá, por lo que el bar estará repleto. Del mismo modo, si todo el mundo usa el mismo método y éste sugiere que el bar estará repleto, entonces nadie acudirá y, por lo tanto, el bar estará vacío.

Lo mismo podemos aplicar a la gente que opta por un camino u otro para evitar el atasco. Si todos utilizan en mismo método de decisión, todos acudirán siempre a la misma calle y se colapsarán, mientras que la ruta alternativa estará vacía.

Si todo el mundo usa el mismo método (sea el que sea) está garantizado que el método será inefectivo.

Así pués, cuanto mayor sea el número de personas que utilicen un mismo método para tomar una determinada decisión [por ejemplo, de trading], por bueno que sea ese método, acabará con el Bar “El Farol” lleno o vacío [pánicos alcistas/bajistas o, coloquialmente, ‘calentones‘], pues todo el mundo tenderá a tomar la misma decisión de compra o venta en el mismo momento.

La disposición de distintos métodos deterministas ofrecerá una mejor operativa por el simple hecho de ser distintos. Si, además, su nivel de fiabilidad es bueno o equiparable, el resultado será mejor para todos pues [en el caso del trading] las posiciones y situación de mercado nos permitirán operar mejor. Lo más previsible es potencialmente menos eficiente.

Es una de las razones que me impulsa a pensar que investigar nuevos métodos [y nuevas herramientas] de trading tiene sentido, también matemáticamente.

Cajas Negras y Cajas Grises

Cajas Negras y Cajas Grises

Hoy he encontrado una recopilación de frases de Alexander Elder, psiquiatra, trader, excelente diseñador de herramientas y uno de los pocos autores de libros sobre trading que consigue no matarme de aburrimiento.

Afortunadamente, Elder escribe muy bien. Es conciso y elegante y consigue enseñarte cosas importantes mientras te mantiene bien atrapado.

Un buen ejemplo, en sus propias palabras:

La mayoría de los programas de trading se encuadran en las tres siguientes categorías: Cajas Negras, Cajas Grises y Cajas de Herramientas. Las Cajas de Herramientas son para traders serios; las Cajas Negras son para los que creen en los Reyes Magos; y, las Cajas Grises, son una mezcla de ambas.

«El Nuevo Vivir del Trading»

Y esta sentencia tan clara me permite hablar del tema y aclarar esos conceptos.

Para que no queden dudas: las denominadas “cajas negras” son sistemas automáticos con todos los parámetros ajustados y bloqueados. Sería uno de esos «sistemas semáforo» por los que tantos suspiran: cuando se ponga verde, compra; cuando se ponga rojo, vende. Y no hace falta pensar.

Alexander Elder

Las “cajas grises”, son otras soluciones «cerradas» pero se diferencian de las anteriores en que permiten ajustar algunos de sus parámetros, por lo que son algo más adaptables a las circunstancias del mercado. Aunque, como en el caso anterior, el usuario sigue desconociendo el qué y el por qué de compras y ventas en un sistema que le han prometido que le llevará a la riqueza, pero nadie le ha explicado (ni lo hará) por qué camino.

Las “cajas de herramientas” proporcionan al inversor un conjunto de herramientas [generalmente indicadores técnicos más o menos evolucionados o con ajustes particulares] pero es el trader quien debe interpretar sus señales y actuar, pues son herramientas de ayuda y no sistemas cerrados estrictos.

Y, ¿por qué las “cajas negras” son peores que las “grises”? Elder también nos lo aclara:

Los Mercados están cambiando constantemente, por lo que los métodos que funcionaron en el pasado, es probable que no funcionen hoy y mucho menos, dentro de un año.

Añadiendo que:

La gente que paga por Sistemas de Trading Automáticos (del tipo caja negra/gris), se asemeja a los Caballeros de la Edad Media que pagaban a los alquimistas por el secreto para convertir los metales en oro.

Pero es que es esto es justamente lo que estoy intentando transmitir: como programador puedo crear un sistema ganador y demostrar que [en un determinado periodo pasado] ha funcionado de forma espléndida, con unos beneficios espectaculares. Pero la cosa se complica si quiero un sistema que sea ganador en todos los activos, en todas las temporalidades y durante todas las fases históricas. De esos, sinceramente, [todavía] no conozco.

Lo que realmente importa es disponer del conocimiento que nos puede permitir adaptar nuestros sistemas al mercado, a cada activo concreto en cada momento concreto, a ser capaces de prever sus derivas y de seguirlas para mantener sistemas ganadores durante MUCHO tiempo, independientemente de las circunstancias.

A pesar de ello, si alguien oferta un sistema ganador en forma de una caja mágica infalible (semáforo) de funcionamiento esotérico, cerrada e invisible, y lo viste con resultados espectaculares bien maquillados, se la quitarán de las manos una legión de inversores perezosos y engreídos, que merecerán pagar y perder al primer giro de mercado.

Afortunadamente TÚ no eres uno de ellos, porque te estás tomando la molestia de leer este artículo en este sitio web y no estás en uno de los que te ofrecen soluciones para ganar 2000€ al día operando un ratito cada mañana.

Pero, estás aquí, y haciéndolo estás invirtiendo en conocimiento. Y has descubierto que, en general, lo mejor para ti (y para mí) según Elder, son las Cajas de Herramientas.

Trabajaremos para tener las mejores y, si es necesario, inventaremos alguna.

Herramientas de Trading de 2ª Generación

Herramientas de Trading de 2ª Generación

Me quedaba pendiente, antes o después, dar una explicación más o menos detallada para todos los que no provenís del mundo «tech», del por qué me refiero a mis herramientas como «nuevas» o de «Segunda Generación«.

No, no se trata de un truco barato de marketing. Existe una regla dentro del mundo de la tecnología para clasificar una determinada herramienta dentro de la primera, segunda, tercera (o más) generación, o para definirla como «nueva», o no.

En general, hablamos de herramientas de Primera Generación (1G) aquellas que utilizan sólo variables básicas o primigenias en la composición de sus algoritmos.

Pongamos como ejemplo los indicadores técnicos, que creo que será lo más sencillo. Indicadores de primera generación (1G) serían aquellos en cuyas fórmulas encontramos todos o algunos de los cinco datos elementales (cierre, apertura, máximo, mínimo y/o vol). Si usa esos y sólo esos datos/variables, estaríamos hablando de 1G.

Las herramientas 2G serían aquellas que utilizan herramientas 1G como elementos en sus algoritmos.

Pero, gracias a estos primeros indicadores, y sus hábiles fórmulas, ya disponemos de una nueva batería de datos: obtenemos volatilidad, correlaciones entre precio y volumen, variaciones de fuerza relativa, momentos, tendencias, movimientos relativos de medias y un largo etcétera. Y todo ello operando en sus algoritmos sólo con las variables básicas.

¿Qué diferencia, pues, a las herramientas (en este caso indicadores) de Segunda Generación (2G) sobre los de 1G?

Pues que mientras en las de 1G se relaciona datos de precio (a veces, más volumen) para obtener nueva información adicional, en las de segunda generación se relaciona entre sí y como variables, los resultados de los indicadores de 1G.

Así, si en los de 1G se relaciona precio (máximos con mínimos, o cierres medios a lo largo del tiempo), en las 2G relacionamos volatilidad con momento, los estrechamientos medios de las bandas de volatilidad con los volúmenes proporcionales o la fuerza relativa del precio en cada momento, o cualquier combinación de ellas.

Las herramientas 2G serían aquellas que utilizan herramientas 1G como elementos en sus algoritmos. Es decir, que operan con los valores del MACD, RSI, estocástico o cualquier otro indicador clásico para componer nuevas herramientas.

Evidentemente eso requiere un estudio profundo de cada uno de los elementos de las 1G y experimentar con la combinación entre ellos para obtener nueva información que, se pretende en su diseño, sea mejor que la obtenida con cada uno de ellos por separado.

Así, si en los de 1G se relacionan variaciones en el precio, en las 2G podemos combinar volatilidad con momento, estrechamientos medios de las bandas con los volúmenes proporcionales y la fuerza relativa del precio en cada momento, o cualquier combinación de ellas.

Por eso hablo de mis herramientas como «nuevas», porque son de 2G. Evidentemente hay MUCHAS más de otros muchos autores que también lo son. Pero el objetivo hoy era que también TÚ supieras cuáles lo son y por qué.

Así, como ves, no se trata de marketing o pedantería, sino una descripción de QUÉ TIPO DE ELEMENTOS COMPONEN el algoritmo básico y qué tipo de relaciones establecen entre ellos.