Mes: mayo 2020

Tendencia es a Señal como Volatilidad a Ruido

Tendencia es a Señal como Volatilidad a Ruido

Hoy les voy a proponer una aplicación simple de los conceptos básicos de la Teoría de la Información [TI] sobre el análisis gráfico tradicional, una de las muchas que, basadas en esta metodología, somos capaces de hacer, y que cuestionan aspectos del AT tradicional.

Desde el punto de vista del análisis gráfico, la Regresión Lineal [RL] es la forma de aproximación estadísticamente más correcta a un conjunto de valores.

Por lo tanto, desde el punto de vista de la TI, hacer esto sería mucho más correcto que andar tirando líneas uniendo mínimos o máximos, que no son valores medios sino extremos y, precisamente por ello, estadísticamente poco significativos.

Los canales de desviación típica y de error típico deberían ser la herramienta utilizada para dibujar canales y no ese método -pido perdón por la expresión- hoy en día ya rupestre y sin fundamento lógico de hacerlo trazando paralelas desde máximos o mínimos.

Viendo el trazado y la pendiente de la RL de un tramo concreto de cotización, los traders lo identificaríamos con la TENDENCIA [sería matemáticamente más correcto], y desde el punto de vista de la TI estaríamos contemplando la SEÑAL.

Al mismo tiempo, los desplazamientos a ambos lados de la RL podríamos visualizar los efectos del RUIDO, desviando la cotización real de la señal pura. Sin ser exactamente lo mismo, podríamos asociarlo con lo que los traders generalmente asociamos con el concepto de VOLATILIDAD.

Más o menos, lo veríamos así:

senyal_ruido

Sería observar los mismos elementos bajo otros parámetros. Este tipo de visión alternativa fue la que, ya hace años, hizo que me plantease el diseño de algunas nuevas herramientas de trading que la mayoría de ustedes ya conocen y han tenido oportunidad de probar directamente.

El Modelo TI en el Trading

El Modelo TI en el Trading

Cuando hace ya bastantes años llegué al mundo del trading, no pude por menos que observar algunos paralelismos entre la estructura del trading [del e-trading, para ser más exactos] y ciertas partes de la Teoría Matemática de la Información [TI] según el Modelo de Shannon/Weaver.

Para empezar, este es el modelo básico de comunicación según la TI:

Observemos que, según esta arquitectura básica, hay algunos conceptos que merecen especial atención. A un lado tenemos la Fuente de información (mercado) y, en el extremo opuesto estamos nosotros mismos, los traders, como receptores y destinatarios de la misma.

El eslabón intermedio de la cadena (Transmisor y Receptor), así como la codificación, son ahora mismo íntegramente por vía telemática y digital, gracias a la popularización de la red [el e-trading del que antes hablábamos].

Por último, tenemos un último factor que la TI ya contempla como fundamental: el Ruido, como elemento distorsionador interpuesto. Como pronto veremos, el ruido tiene en el trading (y desde este punto de vista metodológico) especial relevancia, así como diferentes orígenes y causas, algunas accidentales y otras claramente provocadas.

Claude E. Shannon, el Sabio Malabarista

Claude E. Shannon, el Sabio Malabarista

Permítanme, antes de seguir, dedicar una líneas de humilde homenaje a Claude E. Shanon el creador de la Teoría Matemática de la Información [TI].

Tendemos a pensar que si el nombre de alguien no nos suena será porque no habrá sido muy relevante. Y, ciertamente, Shannon no es un personaje popular ni demasiado conocido. Pero quizás a partir de este artículo entiendan el por qué.

Shannon nació en 1916. Desde niño se sentía atraído por igual por las matemáticas y por la ingeniería; y como no era capaz de decidirse, cursó ambas carreras simultáneamente, obteniendo ambas licenciaturas en 1936, apenas cumplidos los 20 años. Posteriormente se doctoró en ambas en el MIT y a los 24 se ocupó en el desarrollo de los primeros ordenadores, en el equipo de Vannevar Bush.

Todos los que le conocían lo consideraban un tipo extraordinario pues era igualmente capaz de desarrollar una compleja teoría matemática en la pizarra como, inmediatamente después, tomar las herramientas y fabricar una máquina capaz de comprobarla. Y en ambas cosas destacaba.

En el MIT también trabajó con Norbert Wiener, creador de la cibernética y entro a formar parte de un reputado grupo de científicos que, durante la II Guerra Mundial, tuvieron un papel preponderante en el desarrollo de la tecnología que llevó a los EE.UU. a ganar la guerra y convertirse, desde ese mismo momento, en la primera potencia tecnológica mundial. [Gran parte de sus trabajos -como los de todo ese grupo- han sido y siguen siendo secretos… ¿Se entiende ahora la escasa «popularidad» de estos genios de mitad del S. XX?]

Básicamente, este grupo de pioneros de la cibernética estaba compuesto por Harry Nyquist, Walter Houser Brattain, John Bardeen y William Bradford Shockley, inventores del transistor, George Stibitz o John von Neumann, entre otros. Pocos años más tarde publicaba su Teoría Matemática de la Información, de la que seguiremos hablando.

Diseñó ordenadores, autómatas y robots, como su famoso ratón Teseo, capaz de encontrar, por sí sólo, la salida de un laberinto.

Dentro de su leyenda de sabio excéntrico, era un apasionado del malabarismo. Hasta tal punto le apasionaban los malabares que diseñó máquinas malabaristas basadas en su teorema matemático sobre el tema:

Teorema del Malabarismo de Shannon:  ( F + D ) H = ( B + D ) N

El Teorema  esta esquemáticamente representado en el caso de las cascadas con tres bolas. En la ecuación, F es el tiempo que la bola pasa por el aire, D el que pasa en la mano, B el tiempo que la mano está vacía, N es el número de bolas, y H el número de manos.

Era famoso en los laboratorios Bell por montar en monociclo realizando equilibrios por los pasillos. La lista de sus inventos y patentes es interminable, al igual que la de premios y honores que le fueron concedidos.

Shannon se jubiló a los cincuenta años, un poco para huir de la pesada tarea de divulgar sus pensamientos y, sobre todo, para poder dedicarse a sus ingenios. En una de sus últimas entrevistas dijo:

«siempre he perseguido mis intereses sin prestar mucha atención a su valor financiero o para el mundo; he dedicado muchas horas a cosas totalmente inútiles»

Claude Elwood Shannon falleció el 24 de febrero del año 2001, a la edad de 84 años, después de una larga lucha en contra la enfermedad de Alzheimer.

Si a alguien se le ha despertado el deseo de conocer más cosas sobre este singular personaje, existe una biografía titulada C. E. Shannon: Collected Papers, de N. J. A. Sloan y editada por A. D. Wyner. Sin duda su vida da para una buena película.

Y, les recuerdo que todo esto tiene [a mi juicio] MUCHO que ver con el trading. En el próximo capítulo les explico por qué…

Shannon y la Teoría Matemática de la Información

Shannon y la Teoría Matemática de la Información

Bueno, esto no es nada fácil. De un blog se espera que el autor sea breve y ameno, y seguramente este no es un tema apropiado para explicar aquí con detalle pero, al menos, podemos probarlo. Intentaré empezar por el principio e ir al grano.

¿La razón de todo esto? Explicar hasta qué punto la Teoría de la Información (TI) me parece aplicable como metodología al estudio del funcionamiento de los mercados financieros y al trading.

La Teoría de la Información [TI] fue formulada a finales de la década de 1940 por el ingeniero y matemático Claude Elwood Shannon. En su origen esta teoría se refería solo a las condiciones técnicas en la transmisión de mensajes. Su primera versión apareció publicada en el Bell System Technical Journal en octubre de 1948, perteneciente a la Bell Telephone Laboratories, organización para la que Shannon trabajaba.

Muy poco después el sociólogo Warren Weaver acertó a entrever todo el potencial subyacente en el trabajo de Shannon y redacto un ensayo, que fue publicado junto al texto anterior en julio de 1949 bajo el título de «The Mathematical Theory of Communication«.

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En conjunto dieron lugar a un pequeño libro. De este modo, la unión de dos disciplinas diferentes produjo una obra de referencia duradera en el campo de la comunicación, entendido en el más amplio sentido. Lo habitual es que se aluda a estas concepciones como el Modelo de Shannon y Weaver, o como la Teoría de la Información [TI].

Este trabajo es de una excepcional importancia en el campo de la cibernética, siendo una de las obras de referencia básica. Shannon contempló por primera vez la transmisión de información como una teoría matemática dentro del campo específico de la probabilidad y la estadística, estudiando la información y todo lo relacionado con ella: canales, compresión de datos, criptografía y temas relacionados.

En la próxima entrega, un poco más sobre Shannon, su teoría y su relación con los mercados financieros. [Por cierto, si quieren conocer el original, basta con que pulsen sobre la imagen de la portada del libro para obtener un PDF de la obra]

InfoTrading: Para Traders del S. XXI

InfoTrading: Para Traders del S. XXI

Podríamos llamarlo InfoTrading [Informational Trading o Inversión Informacional, en español]. El nombre seguramente ni siquiera sea importante, pero sí su objetivo, que sería estudiar el trading como análisis del flujo de datos y su correcta gestión.

No me refiero tanto a técnicas como el HFT [High Frequency Trading], interesantes pero muy alejadas de nosotros, traders de a pie. Lejos de ello, desde el principio me interesó descubrir hasta dónde podía llegar con las herramientas y plataformas disponibles para el usuario medio del trading.

La aplicación a la operativa bursátil de conceptos generales que nuevas disciplinas como la infonomía [gestión avanzada de la información] o las derivadas aplicativas de la Teoría de la Información (TI) aportan nuevas visiones y posibilidades a los postulados tradicionales del trading.

Mi trabajo de diseño aplicativo [la vertiente práctica de estas teorías] se basa en inferir de esos datos alguna nueva información que ayude en el trading diario.

Atacar los fundamentos de cualquier disciplina es una práctica bastante suicida. Lo sé y lo prudente [y lo cómodo] sería callar, porque ya me he ganado alguna descalificación de fondo.

En mi favor pesa que me importa un rábano. Yo no tengo ningún prestigio que defender, ni como analista, ni como gestor profesional, ni nada por el estilo. Me da absolutamente igual.

Por poner un ejemplo [de grueso calibre, pero suficientemente claro], el consenso general opina que la operativa en los mercados está básicamente relacionada con la economía, sus conceptos, sus noticias y sus ciclos. Después de muchos años, estoy convencido que el trading es básicamente un complejo problema de gestión de los flujos de información, y que los expertos mediáticos vienen a justificar a posteri cualquier movimiento en cualquier sentido.

La base es saber diferenciar los datos veraces de los que no lo son, y a operar sólo en función a los provenientes de las fuentes más fiables. Mi trabajo de diseño aplicativo [la vertiente práctica de estas teorías] se basa en inferir de esos datos alguna nueva información que ayude en el trading diario.

La aplicación en la operativa bursátil de conceptos de nuevas disciplinas como la infonomía o las derivadas aplicativas de la Teoría de la Información (TI) aportan nuevas visiones y posibilidades al trading.

Pero, ¿de verdad a alguien le interesa esto? Por lo general, a la mayor parte de los traders lo único que les interesa es qué comprar hoy y qué vender mañana. Lógico, pero triste. Sólo quieren información, el conocimiento [a la mayoría] les tiene sin cuidado, aunque es precisamente el conocimiento [y no la información] lo que los convertirá en traders consistentes.

Hoy, para acabar, les dejo con una de mis postulados de cabecera. Es la llamada Hipótesis de Lloyd y se la debemos a Seth Lloyd, catedrático de Ingeniería Mecánica en el Instituto de Tecnología de Massachusets (MIT), donde trabaja en problemas relacionados con los sistemas complejos [desde el Universo a los átomos] y la información. La Hipótesis de Lloyd enuncia que:

“Todo lo que merece la pena ser entendido de un sistema complejo, puede ser entendido en términos de cómo procesa información”

El Factor «Imbécil»

El Factor «Imbécil»

«Disfruta el día hasta que un imbécil te lo arruine.» Woody Allen

Según la teoría de Dow, «toda información se descuenta en los mercados y se refleja en los precios«. Esto que Charles Henry Dow (1851–1902) ya intuyó a finales del siglo XIX y que sentó las bases del análisis técnico, lo confirma también el análisis de los mercados como flujos de información.

Convencido de ello uno intenta identificar variables, diseñar algoritmos y proporcionar adecuadamente representaciones gráficas para crear heramientas que ayuden al trader a tomar decisiones adecuadas. Entonces sale un imbécil de corbata de seda, dice una chorrada y el mercado cae un 4% en dos minutos.

Sí, si lo miras en temporalidades más largas, el «factor imbécil» queda diluido y minimizado entre el resto, y vuelve a dar la razón a Dow y a Shannon.

Lo que no entiendo es por qué hay tal cantidad de imbéciles con incontinencia verbal en puestos de responsabilidad. Y, lo peor, no sé cómo programar la variable «imbécil de turno» en mis herramientas. Me disculpo por ello.

Desaprender, Revisar, Desechar

Desaprender, Revisar, Desechar

En 1949, el psiquiatra y neurocirujano portugués António Caetano de Abreu Freire Egas Moniz fue galardonado con el premio Premio Nobel de Fisiología o Medicina (fue el primer portugués en ganar un premio Nobel),  «por su descubrimiento del valor terapéutico de la lobotomía en determinadas psicosis«.

Todavía hoy en día grupos de familiares de lobotomizados luchan porque le sea retirado el Premio Nobel, situación que -en principio- parece inviable.

No creo que haya mejor y más saludable terapia [en el trading y en la vida] que cuestionarlo TODO constantemente.

Ello quiere decir que, en 1949, un grupo de sesudos expertos no tuvo ningún reparo en concederle el mayor de los reconocimientos científico al doctor Moniz precisamente por su defensa y práctica de la lobotomía. Sin embargo, toda su fundamentación se había basado en un único caso clínico que ni siquiera era humano.

Entonces les pareció no sólo una buena idea, sino el mejor avance científico en Medicina y Fisiología del año. La valoración de esa consideración a día de hoy la dejo a su propio juicio y consideración.

No hay norma, regla o dogma que el tiempo no pueda derrumbar de la forma más estrepitosa.

Ello me lleva a concluir que no hay norma, regla o dogma, si lo prefieren, que el tiempo no pueda derrumbar de la forma más estrepitosa.

No creo que haya mejor y más saludable terapia mental [en el trading y en la vida] que cuestionárselo TODO constantemente. Si no lo hubiésemos hecho, seguiríamos hoy lobotomizando a pobres enfermos mentales.

¿Información o Conocimiento?

¿Información o Conocimiento?

El hombre medio no desea que le digan si el mercado es alcista o bajista. Lo que desea es que le digan, de forma específica, qué valor comprar o vender. Quiere algo por nada. No desea trabajar. Ni siquiera desea pensar. 

Jesse Livermore

Cuando leí esta frase de Livermore, la verdad es que me pareció de lo más sensato y verídico que he leído jamás sobre mercados e inversores.

Llevo suficiente tiempo ya en el trading y en las redes sociales como para ser plenamente consciente que a la enorme mayoría de los traders les importa un rábano cualquier otra cosa que no sea que alguien les diga exactamente qué comprar hoy y qué vender mañana.

Curiosamente prefieren [he comprobado] seguir a un gurú que obtener beneficios. Con que les proporcione una buena operación de vez en cuando son capaces de perdonarle otras muchas equivocadas, incluso si el balance final es negativo. Al final he acabado pensando que, para el común de traders, puede más la pereza que la avaricia.

Si utilizas sólo la información, dependes completamente de tu fuente. De hecho, te entregas a ella. Si se extingue, te quedas huérfano. Si se contamina, la sigues hasta el infierno.

Ese cóctel de abulia y ambición desmedida les hace seguir a cualquiera que se ofrezca con tal de ahorrarse el trabajo de pensar y aprender. O quizás con la esperanza de poder echarle la culpa siempre a alguien y no a ellos mismos. Curiosamente la lista de voluntarios para convertirse en gurús de turno es prácticamente inagotable.

Imagino que la necesidad de ser alabados y encumbrados cuando aciertan pesa más que el inevitable y brutal linchamiento al que se verán sometidos por sus propios fanáticos seguidores cuando se equivoquen, que será más pronto que tarde.

Lo sé. El común de los traders quiere INFORMACIÓN y no CONOCIMIENTO.

El conocimiento se obtiene después de mucho tiempo y esfuerzo, en una búsqueda en muchas ocasiones personal con fracasos intermedios y una remota esperanza de triunfo final. La información, por contra, es inmediata y relativamente barata. En ocasiones, gratuita. Aunque eso no implique que sea veraz. Ni siquiera, útil, en muchos casos.

Lo sé. El común de los traders prefiere la INFORMACIÓN al CONOCIMIENTO.

El problema es que si utilizas sólo la información, dependes completamente de tu fuente. De hecho, te entregas a ella. Si se extingue, quedas huérfano. Si se contamina, la sigues hasta el infierno.

El conocimiento perdura. Comprende y se adapta. No se basa en ninguna situación, momento o fuente, sino en todos y en ninguno.

Los mercados me parecen una sofisticada maquinaria de generar información confusa. Si eres capaz de manejar algún pequeño matiz de su enrevesado funcionamiento, cualquier otro modelo de comunicación de datos parece pueril por lo simple.

Entre información y conocimiento, yo prefiero lo segundo, porque me es más útil y rentable, tanto a largo como a corto plazo. Además, no siempre las mayorías tienen razón, por abrumadoras que sean.

Los mercados me parecen una sofisticada maquinaria de generar información confusa.

Y, alguien se puede preguntar en justicia, si estás convencido de eso que dices, ¿por qué este blog? Pues porque de la gran mayoría de traders perezosos, prácticamente ninguno se pasará por aquí. Aquí todos nos obligamos a pensar y a ser críticos.

Pero, si TÚ si te has pasado, y has leído este post hasta el final, es porque también andas buscando conocimiento.

¿Ves? Escribirlo ha merecido la pena porque TÚ lo has leído. [Gracias por el RT]

Bienvenido, Ulises, a la larga travesía que, como dijo Kavafis:

"Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes".

Una Mosca contra el Random Walk

Una Mosca contra el Random Walk

Aunque generalmente lo que más se asocie a mi nombre sean los nuevos indicadores técnicos que, con mayor o menor fortuna, diseño de vez en cuando, realmente lo que a mí me apasiona del mercado bursátil es su propia estructura.

Mi visión de esa realidad es la del análisis del mercado desde su estudio como sistema complejo y de su flujo datos desde la óptica de la Teoría de la Información (TI). Mis indicadores son simples aplicaciones de algunas de estas ideas y reflexiones.

Esto viene a cuento porque periódicamente alguien recuerda la Teoría del Paseo Aleatorio (Random Walk). Esa teoría habla de mercados eficientes pero completamente aleatorios e impredecibles. De ser radicalmente cierta, cualquier intento técnico por obtener y procesar información del mercado sería inútil. Una auténtica pérdida de tiempo.

Desde el punto de vista de la Teoría de la Información, llamamos RUIDO a todo flujo continuo de información carente de todo patrón o de alguna serie lógica identificable. Es una sucesión completamente aleatoria de datos.

Así pues, yo debería tener una opinión al respecto, ya que pierdo mi tiempo [ni que sea mi tiempo libre] en tal ocupación.

Desde el punto de vista de la Teoría de la Información, llamamos RUIDO a todo flujo continuo de información carente de todo patrón o de alguna serie lógica identificable. Es una sucesión completamente aleatoria de datos.

Pero los que se dedican o conocen algo del mundo de la encriptación y de la criptografía saben lo difícil que es obtener “ruido puro”, es decir, una fuente de datos completa y genuinamente caótica y aleatoria. Parecerá difícil de creer, pero por aleatoria que pueda parecer una serie de datos, casi siempre se puede encontrar una serie lógica en ella, ni que sea generada por puro azar. ¿Paradójico? Ya ven, hasta el caos puro es difícil de obtener.

Los mercados son ruidosos, en ocasiones y en determinadas circunstancias, MUY ruidosos; pero NO ruido puro.

Por lo que voy viendo y entendiendo a lo largo de los años, en mi modesta opinión, los mercados son ruidosos, en ocasiones y en determinadas circunstancias, muy ruidosos, pero NO ruido puro. Y para no meternos en berenjenales técnicos, lo explicaré con un ejemplo.

¿Es aleatorio el vuelo de una mosca? Bueno, en determinadas circunstancias podría parecerlo. Imaginaos que entrase en la habitación donde estáis ahora mismo y tuvieseis que representar gráficamente su ruta. Va de aquí para allá, con cambios bruscos de dirección, golpeándose a veces contra ventanas y espejos, subiendo y bajando aparentemente sin mucho sentido. Trazado sobre gráfico tridimensional seguramente nos sería difícil decidir hacia dónde va o si va hacia algún sitio. Su vuelo nos parecería aleatorio, puro azar.

Pero, si oscurecéis el cuarto (cerráis las ventanas, apagáis las luces…) y dejáis el cuarto en semi-penumbra, mucho más oscuro que la salida del mismo, sea una puerta abierta o una ventana, veréis como el insecto se encamina directamente hacia ese punto y abandona la estancia.

Así, hemos descubierto el “factor ruido” en el aparentemente aleatorio vuelo de la mosca: la luz. La mosca siempre volará hacia la luz, si se concentra en un solo punto y no está difusa por todo el cuarto. Así, en ausencia de luz (que actúa como factor ruido) la tendencia del vuelo del insecto es clara.

Los que se dedican a la encriptación o criptografía saben lo difícil que es obtener “ruido puro”, es decir, una fuente de datos completa y genuinamente caótica y aleatoria.

Por ahora yo considero que el mercado es un sistema de información ruidoso, pero no ruido puro. Si algún día llegase a esa conclusión, ya no me interesaría en absoluto, ni como estudioso ni como inversor. Me jugaría mi patrimonio a los dados, ya que tendría semejantes probabilidades de éxito.

El Trading y los Pilares del Karate-Do

El Trading y los Pilares del Karate-Do

Durante mucho tiempo, y dado en el sector tech en que trabajé años, me ha tocado hacer todo tipo de cursos y reciclajes. Incluso me tocó impartir más de uno.

Después de cursar unos de los últimos, hace algunos años, me planteaba en una de mis habituales desconexiones, en qué podía radicar la diferencia entre lo que podríamos llamar «formación tradicional» y la específica para el trading. ¿Son comparables?

En un curso de formación tradicional se muestran una serie de técnicas que, aplicadas en los casos apropiados, son siempre efectivas y obtienes unos resultados esperados. Son caminos directos y técnicas depuradas que te facilitan la vida y te ahorran trabajo. Nada que ver con tu estado de ánimo, ni con tu actitud psicológica ni con el azar de la situación del mercado. Funcionan siempre, twitée lo que twitée Trump.

Mi conclusión [entonces y ahora] es que, claramente, NO lo son. Me parece una tarea MUY difícil transmitir conocimientos en esta materia. Por eso, quizás, nunca me he sentido capaz ni de planteármelo y siempre muestro mi respeto por los formadores, porque [aunque seguro que de todo hay] intentarlo honestamente me parece tremendamente difícil y meritorio.

Lo seguí pensando un rato más y acabé llegando a la conclusión que lo que a mi juicio más se parecía a la enseñanza del trading podía ser la del karate. En mis años mozos me dediqué un tiempo a la práctica de ese arte marcial. Tuve una lesión larga y ya no volví a castigarme manos y pies contra el saco de arena. Eso que yo mismo me perdí…

Pero, a lo que íbamos, que era el posible paralelismo. El maestro o sensei empieza por enseñarnos los movimientos básicos, de golpe y esquiva, con manos y pies. Una y otra vez. Mil repeticiones hasta que consigues una técnica aceptable. Luego empiezas con los katas, una especie de danza-combate contra nadie, donde golpeas al aire una y otra vez, mientras te convences que estás luchando contra alguien o contra muchos al tiempo. Controlar tu fuerza, mantener tu equilibrio.

Cuando el maestro considera que estamos preparados, nos permite los primeros combates [kumite] contra compañeros de dojo de tu mismo nivel y peso y, si mejoramos mucho, incluso contra otros dojos o escuelas. Y así, muy poco a poco.

Supongo que en el aprendizaje del trading, casi más que en cualquier otra disciplina, se cumple la famosa regla de que el maestro sólo aparece cuando el alumno está preparado.

Ahora les explicaré cuál el camino habitual del trader como si de un aspirante a karateka se tratase.

Los más prudentes leen algunas cosas en Internet, leen en RR.SS. algunas bravuconadas de cinturones blancos o amarillos (o sea, novatos-pardillos, casi tanto como ellos) y se creen preparados para su primera competición. Se meten contra pesos pesados y duran dos segundos antes de caer noqueados en el primer combate contra el mercado.

Entonces se compran un libro o [si son listos] se apuntan a un dojo y se ponen en manos de un maestro. Acuden un par de veces, pero cuando ven que es cuestión de repetir los mismos aburridos movimientos mil una vez, les parece una pérdida de tiempo y lo de los katas una majadería. ¿Para qué andar pegando puñetazos al aire? Eso es para tontos danzarines, y ellos ya conocen las técnicas básicas y sienten preparados.

Se apuntan a su segunda competición, les pegan una segunda paliza y le echan toda la culpa al maestro porque –según ellos- no les enseñó bien.

¿Para qué andar pegando puñetazos al aire? Eso es para tontos danzarines, y ellos ya conocen las técnicas básicas y sienten preparados.

Y el mercado les da otra paliza

Si sobreviven y tienen suficiente cordura, volverán al dojo para que el maestro les enseñe los pilares básicos y fundamentos del karate-do, que no tienen nada que ver con romper ladrillos a puñetazos ni caminar por paredes, sino con el respeto, la justicia, la armonía y el esfuerzo, aderezados con la humildad, la modestia, la paciencia y otros muchas virtudes de este nivel, que hay que trabajar para conseguir.

Y, a partir de ahí, a repetir. Y repetir. Y sudar. Y perder. Y aceptarlo. Y volver a perder, y felicitar al rival. Y aprender de él. Y cuando se gana, hacerlo con humildad. Y respetar al rival. Y no creerse nunca mejor que nadie. El camino del karate-do no tiene fin y todos somos perpetuamente aprendices… Y yo también me reconozco ahora en algunas de estas situaciones haciendo el majadero, pegándome con pesos pesados y cayendo al tatami a la primera bofetada del mercado.

Supongo que en el aprendizaje del trading, casi más que en cualquier otra disciplina, se cumple la famosa regla de que el maestro sólo aparece cuando el alumno está preparado.

Repetir. Y repetir. Y sudar. Y perder. Y aceptarlo. Y volver a perder, y felicitar al rival. Y aprender de él. Y cuando se gana, hacerlo con humildad. Y respetar al rival. Y no creerse nunca mejor que nadie.