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DEMA, TEMA (y un poco de Trix)

DEMA, TEMA (y un poco de Trix)

Hoy me van a permitir que les hable de dos indicadores y «medio», y de algunos conceptos de diseño para los más interesados.

Todas las medias móviles comparten una misma característica que, desgraciadamente, es inherente a su propia esencia: un cierto retraso en relación con las señales que se generan. Los diseñadores de algoritmos han trabajado durante mucho tiempo para obtener nuevas formulaciones que, manteniendo todas las virtudes de las medias convencionales, disminuyan o maticen esa conocida desventaja.

Este es el caso de las dos de las que les hablaré hoy: DEMA y TEMA. Las muestro conjuntamente porque ambas dos son obra del mismo autor: Patrick G. Mulloy, quien las presentó en 1994 en un artículo titulado «Smoothing Data with Faster Moving Averages« en la revista Technical Analysis of Stocks & Commodities.

Mulloy perseguía hacer medias más rápidas, más sensibles a los cambios y dotarlas de mayor agilidad en los giros

La primera de ellas es la denominada Media Móvil Exponencial Doble (Double Exponential Moving Average o DEMA).

Aunque, en principio por su nombre y en una primera impresión, podría parecernos que debería ser una simple aplicación de una EMA (media exponencial) sobre otra EMA, no es así en absoluto pues su fórmula es bastante más sutil.

La formula de la DEMA es:

DEMA = (2∗EMA(n)) − (EMA(EMA(n)))

donde «n» = periodo o número de elementos de la serie

Explicado tendríamos, por un lado, la media exponencial (EMA) de periodo «n», multiplicada por dos; y, por otro, la media exponencial de esa misma media exponencial que, una vez obtenida, restaríamos de la primera.

Ya ven que no es tan fácil como podía parecernos en un principio por su nombre. No es una simple EMA aplicada sobre otra EMA, porque ello es lo que en diseño llamamos, simplemente, «suavizado o alisado» de la primera curva y, como efecto principal, tendería a aplanarla y suavizarla aunque, como contrapartida, también a ralentizarla y más.

Pero no es eso lo que se perseguía Mulloy, sino lo contrario: perseguía hacerla más rápida, más sensible a los cambios y dotarla de mayor agilidad en los giros sin perder sus movimientos suaves. Ello genera un tipo de media mucho más ajustada al movimiento de los precios, disminuyendo el factor «retardo».

Una vez puesta sobre el gráfico, así es como se ven ambas (EMA y DEMA), en ambos casos con un periodo de n=50:

TEMA (Media Móvil Exponencial Triple)

Si algo caracteriza a los diseñadores de herramientas matemáticas para trading es el continuo inconformismo. Jamás nos sentimos satisfechos con el último algoritmo encontrado y siempre aspiramos a mejorarlo. Seguro que Mulloy no era ninguna excepción a esa norma porque, más allá de la DEMA, desarrollo esta Media Móvil Exponencial Triple (Triple Exponential Moving Average o TEMA, en inglés).

Ahora que ya sabemos seguro que NO PUEDE SER un simple triple alisado de una EMA, porque eso la haría mucho más lenta y plana, y Mulloy trabajaba en medias fiables de respuesta más rápida, habrá que ver como consiguió mejorar el anterior diseño.

Como concepto, la TEMA es una composición de una EMA, una EMA doble y una EMA triple, que proporciona un menor retardo de tiempo que cualquiera de esos tres elementos por separado.

Convertido en fórmula matemática, tiene este aspecto:

TEMA = (3∗EMA1​) − ((3∗EMA2​) + EMA3)

donde:

  • EMA1=Media Móvil Exponencial (EMA)
  • EMA2​=EMA de EMA1
  • EMA3​=EMA de EMA2

​​lógicamente, siempre todas del mismo periodo.

Sorprendentemente esta fórmula tan original es perfectamente funcional y consigue incrementar todavía más la velocidad de respuesta de esta media sobre la propia DEMA, tal y como podemos apreciar en el siguiente gráfico:

Ahora es cuando el amable lector se pregunta: «y, todo esto, ¿para qué?» Para qué necesitamos medias que giren más rápido. ¿Acaso eso, llevado a un sistema de especulación, no nos generará más ruido, más entradas y salidas falsas y mayores costos operativos?

Si sólo pensamos en esa parte del problema: sí, sin ninguna duda!

Pero sólo estás pensando en estas herramientas como finalistas y en la forma tradicional, buscando sus cortes. Mientras que si piensas en ellas como partes o elementos de herramientas de segunda generación o sistemas complejos, la cosa cambia sustancialmente. Entonces pasan de ser una herramienta a una parte de algo mayor y más complejo. Una pieza más en un Lego; una rueda más en un engranaje.

En diseño llamamos «alisado» o «suavizado» de una curva a aplicar, por ejemplo, una media sobre otra media. Eso la aplana pero también la enlentece.

Voy a ponerte dos ejemplos de esta manera de enfocarlo:

A) Imagina que necesitamos detectar el inicio de una tendencia lo más rápido que nos sea posible. Podríamos hacerlo por superación de un nivel de precio (sistema tradicional). Pero una media sería más fiable porque se basa en un conjunto de datos, y no sólo en uno concreto, que sería más fácilmente manipulable. Pero, si lo que nos interesa es detectarlo rápido, ¿no sería mejor utilizar una TEMA o una DEMA antes que una simple EMA o una SMA? Si detectarlo rápido implicase mayores beneficios (o menores pérdidas) la cosa estaría clara. Basta con que mires el gráfico para saber la respuesta, incluso para cuantificarlo.

B) Podemos jugar con diferentes elementos, no sólo con su valor numérico. Por ejemplo, podríamos calcular su pendiente para detectar fuerza de la tendencia; sus giros para determinar cuando termina una tendencia; incluso usar las herramientas de desplazamiento que estudiamos en un artículo anterior para situar stops, por ejemplo.

Tuneando indicadores: MACD -> TRIX -> MACTRIX?

Vayamos un paso más allá. Supongamos que tenemos una herramienta en la que confiamos como, por ejemplo, el por todos conocido MACD. Imaginemos que sabes cómo trabaja (si no, basta con que pulses en el enlace anterior), para comprobar que está basado simplemente en la diferencia entre dos EMAs.

Ya que estamos hablando de las posibilidades que nos abren estas nuevas medias, comentarte que ya en 1980 Jack Hudson, editor de la revista «Technical Analysis of Stocks and Commodities» trabajó en ese sentido intentando mejorar el diseño del MACD original aplicando un triple alisado de las EMAs, diseñando un nuevo oscilador, alternativo al MACD original y al que llamó TRIX.

Ahora solo nos queda imaginar: ¿qué pasaría si alguien sustituyese esas EMAs originales del diseño de G. Appel, en lugar de por unas EMAs alisadas como hizo Hudson, por unas DEMAs o TEMAs de Mulloy? ¿Daría un rendimiento mejor o peor a ambos referentes anteriores?

Ni que sólo fuera por jugar, ¿podríamos llamar a este proyecto «MACDTrix«? 😛

Las herramientas mencionadas en este artículo [DEMA, TEMA y Trix] están presentes y disponibles en la mayor parte de plataformas de trading del mercado, por lo que podrán acceder a todas ellas y experimentar sin ningún problema.


Traders Que Pierden y Traders Que Mienten

Traders Que Pierden y Traders Que Mienten

Lo confieso: PIERDO. Más de lo que quisiera y con mayor frecuencia de la que me gustaría. Entre otras razones, porque las pérdidas son parte integrante de cualquier estrategia o sistema.

No hay sistema ni método infalible de trading. Es más, ni siquiera los sistema con menos fallos acaban siendo los más rentables por definición. Sistemas con un bajo nivel de trades positivos [o, lo que es lo mismo, con stop loss muy ajustados a las entradas] pueden ser tremendamente productivos en cada una de su escasas entradas positivas.

Así que, desvelado el misterio: TODOS los traders de a pie [o sea, tú, yo y TODOS los demás], sufrimos reveses, a veces merecidos, a veces no tanto.

Ahí es cuando debes recordar el viejo adagio bursátil que dice que hay dos tipos de traders: los que pierden y los que mienten. Apúntame entre los primeros.

Dediquemos, para variar, un par de reflexiones a las pérdidas, que es algo que se tarda tiempo en aprender a gestionar y de lo que veo que casi nadie quiere hablar. A nadie le gusta perder, pero deberás acostumbrarte, porque a todos nos pasa a menudo.

Por evidente que sea lo que ahora diré, hay dos tipos de pérdidas: las pequeñas y las grandes; y antes o después nos tocarán de ambos tipos. Nuestro éxito en el trading dependerá de la proporción entre ambas. Si queremos sobrevivir deberemos tener muy pocas de las grandes para poder sufrir muchas de las inevitables pequeñas.

Las grandes pérdidas son hijas de los grandes errores. Y cuanto mayor el error, mayor la pérdida. Empecinarse en algo; llevarle la contraria al mercado; retirar un SL bien puesto; entrar al calor de un calentón jaleado por bocazas; perseguir el precio hasta comprar en máximos… En resumen [y en la mayor parte de los casos], pura y simple inexperiencia. Y todos hemos pasado por ahí.

Las grandes pérdidas son hijas de los grandes errores. Y cuanto mayor el error, mayor la pérdida.

Si sirve de ejemplo, mi mayor pérdida se produjo al finalizar una operación de futuros y cerrar la plataforma sin advertir un stop olvidado.

A la mañana siguiente descubrí con pánico que durante la noche se había ejecutado esa orden huérfana y el activo estaba mucho más allá de lo que hubiera deseado. Un olvido que se llevó en una sola operación los beneficios duramente trabajados de todo un trimestre. Pero pudo haberme fundido la cuenta cosa que, por suerte, no sucedió.

Un simple olvido. Por puro cansancio. Por las prisas de cerrar la plataforma. Un GRAN error.

Recuerda que es imposible matar a nadie a pellizcos, pero basta con una sola estocada para acabar con él.

En general, las pequeñas pérdidas son las que asumimos cerrando posiciones en negativo (generalmente vía stop loss) porque nuestro escenario previsto no se ejecutó, ya fuera porque no lo identificamos correctamente o porque un hecho inesperado [noticia, declaración, accidente o suceso] giró el mercado y quebró nuestras expectativas.

Esas pérdidas cotidianas también duelen pero, poco a poco, a fuerza de repeticiones, la piel se va endureciendo y, al cabo de los años, acaban resultando prácticamente indoloras. Se asumen como parte de la operativa. Recuerda que es imposible matar a nadie a pellizcos, pero basta con una estocada para acabar con él. Así que si quieres sobrevivir, tu vida de trader deberá estar llena de molestos y continuos «pellizcos»

Al principio y mientras te acostumbras a esa tortura, no haces más que generar bilis… ¿No sería mejor poner mi dinero a plazo y dejar de romperme el coco y de llevarme disgustos?

Afortunadamente, soy un lector insaciable y, ya saben, el azar muchas veces pone en tus manos el texto que necesitas en cada momento. Así que, cuando tengas el bajón puedes hacer dos cosas: o te lo replanteas y te abres una cartilla a plazo de las de toda la vida, o recupera este post y lee a partir de este punto.

Así que si quieres sobrevivir, tu vida de trader deberá estar llena de molestos y continuos «pellizcos»

Una vez le preguntaron a Michael Jordan, el más grande jugador de básquet de todos los tiempos y uno de los mejores deportistas de la historia sobre las claves de su éxito [sí, realmente la pregunta no era muy original]. Pero esta vez la respuesta superó cualquier expectativa.

El alero de los Chicago Bulls contestó: “He fallado más de 9.000 tiros en mi carrera, y he perdido casi 300 juegos. Veintiséis veces, me confiaron lanzar el tiro decisivo que ganaba del partido, y lo fallé. He fallado una y otra y otra vez en mi vida. Creo que es por eso por lo que, al final, he acabado teniendo éxito”.

Y ahora, si me lo permiten, me voy a estudiar un rato por qué invertí en algo que estaba a punto de perder casi un 10% en un solo día para que no me vuelva a pasar en mucho-mucho tiempo.

Nicolás Darvas y sus Cajas

Nicolás Darvas y sus Cajas

¿Conoces a los traders más famosos del mundo? Hay muchos artículos que hablan de ellos, como ese mismo que enlazo, por poner un ejemplo.

En el mismo se muestran y mencionan algunos de los traders más populares del último siglo, nombres que vale la pena conocer en contexto, tales como George SorosJesse LivermoreJames Jim Simons o Nicolás Darvas, entre otros.

¿Que no te suena el nombre de Nicolás Darvas? Pues quizás debería, porque es uno de esos ejemplos que todos soñamos con emular. Este emigrante húngaro, bailarín profesional y estudioso del trading, desarrolló su propia técnica de inversión que se denominó, tiempo después, las «cajas de Darvas«, un método de entrada por escalonamiento progresivo muy razonable.

Darvas consiguió convertir 25.000$ en 2 millones en sólo 18 meses. Vamos, el sueño de todo especulador. Luego, con todo merecimiento, escribió su famoso primer libro: «Como conseguí 2,000,000 de dólares en Bolsa».

De su biografía, lo que más me interesa extractar es esta parte. Mientras Darvas andaba de gira [recordemos que hablamos de finales de los ’50], se comunicaba con sus corredores mediante telegrama. Al regresar a Nueva York, ya con una pequeña fortuna de medio millón de dólares, Darvas decidió profesionalizarse, y se instaló en una oficina de traders profesionales en esa ciudad, pero la influencia a su alrededor de los tiburones de Wall Street, con sus rumores y noticias manipuladas, hizo que Darvas sufriera grandes pérdidas.

Ante esta crisis, Darvas -que era un tipo muy inteligente- decidió volver a lo que le había funcionado y se alejó de Wall Street y su entramado profesional. En febrero de 1959 se encerró en un hotel y limitó el contacto con sus corredores de nuevo al telegrama. Dormía cuando Wall Street trabajaba, y trabajaba cuando el mercado estaba cerrado, no leía ninguna noticia y volvió a centrase en sus objetivos y técnicas. Al salir del hotel en Julio de 1959, Darvas ya había ganado más de dos millones de dolares. Significativo, ¿verdad?

Si buscas en la red podrás encontrar mucha más información sobre este interesante y atípico trader.

El Miedo y el Trader

El Miedo y el Trader

Es muy extraño cómo los seres humanos manejamos nuestras emociones. Me interesa el tema porque me preocupa entender los aspectos psicológicos del trading, precisamente para explicar mis propias sensaciones y reacciones.

Mientras operamos, podemos sentir miedo con la misma intensidad ante una pérdida real, ante una posible, o ante una pérdida completamente imaginada

Por ejemplo, según los últimos estudios en este campo, los seres humanos calibramos de una manera muy torpe la respuesta emocional en relación al grado de amenaza. El sistema perceptor único de los humanos es de tal naturaleza que cualquier estímulo, real o imaginado, cercano o lejano, está directamente conectado con la emoción del miedo.

Así, mientras operamos, podemos sentir miedo con la misma intensidad ante una pérdida real, ante una posible, o ante una pérdida completamente imaginada.

En eso somos diferentes a los animales. Si un gato descansando sobre el alféizar de una ventana elevada descubre a un perro en la calle que lo observa metros más abajo, una vez alertado, el gato se olvida del perro, porque se sabe seguro.

Si el gato fuera un ser humano [un trader, en nuestro punto de interés] pensaría en la posibilidad de caer al vacío y, muy probablemente, seguiría sintiendo miedo, por irracional que eso sea.

Recuerdo un interesante caso de hace unos años. Unos lobos escaparon de su recinto en el Zoo de Barcelona. Un par de animales asustados que no alcanzaron nada más que a ocultarse completamente aterrorizados a pocos metros de sus jaulas. Sin embargo una encuesta posterior realizada por algunos medios de comunicación demostró que personas de extremos bien lejanos de la ciudad o incluso de localidades limítrofes declararon haber sentido miedo ante esta situación.

Fabricamos nuestros propios miedos, y esos mismos miedos nos incapacitan.

Y Qué Importa Lo que Pase…

Y Qué Importa Lo que Pase…

No importa lo que pase, sino lo que TÚ hagas cuando pase.

Realmente hay sólo dos posibilidades:

  1. que te sorprenda [la cagaste], o
  2. que lo tengas TODO previsto.

Tenerlo TODO previsto puede sonar MUY difícil; casi imposible y, sin embargo, es de lo más simple. Basta con que tengas claras sólo tres cosas:

1.- Aquí compraré

2.- Aquí pondré mi stop

3.- Aquí venderé

Si lo piensas bien, todo el resto es completamente accesorio.

A La Mierda Con los Gurus!

A La Mierda Con los Gurus!

Muchas veces me planteo la inutilidad de mis post. Son como bichitos efímeros que, aparecen, viven algunas horas de frenesí para desaparecer inmediatamente en el fondo del blog y no volver nunca más. A veces pienso: «¡con lo que cuesta redactar un post, más me valdría dedicar ese tiempo en mejorar un sistema o programar alguna nueva herramienta!»

Y, sin embargo, aquí me tienen: martilleando otra vez en hierro frío. Persistiendo una y otra vez sobre las mismas ideas con una tozudez casi patológica.

Vuelvo de vacaciones, forzosamente cortas y próximas, imagino que como las de la mayoría. Me encuentro con un mail [uno de los muchos]. Alguien me pregunta sobre un indicador concreto: «¿qué pasaría si hiciera esto o aquello?»

Como es amable, le respondo de forma amable, aunque no me puedo contener y twiteo la que habría sido mi respuesta general real:

Sinceramente me cuesta comprender por qué razón a alguien le satisfaría más una respuesta mía que hacer la comprobación por sí mismo.

Me recuerdan que hay quien me tiene por un «referente«. ¡Al carajo con eso! ¡Yo NO lo quiero! Sólo me faltaría que me tomaran por una especie de «guru» al que no se le discute y con palabra de autoridad. Eso va completamente EN CONTRA de TODO lo que siempre he defendido.

Para NADA, queridos. Me equivoco MÁS que nadie porque asumo continuamente el riesgo a equivocarme al probar cosas nuevas. Y, generalmente NO funcionan. Aunque, afortunadamente, a fuerza de intentarlo, algunas sí acaban funcionando.

Sinceramente me cuesta comprender por qué razón a alguien le satisfaría más una respuesta mía que hacer la comprobación por sí mismo.

Por mucho que lo repita, como es una opinión «contra tendencia», parece que ni cuaja ni se entiende, pero precisamente esa es la razón de que me resista a crear «manuales» de uso de mis herramientas: quiero que la otra mitad del trabajo la hagáis vosotros, como usuarios. Que explores, que investigues, que compruebes para qué uso concreto te sirve cada herramienta. O, si no le sirve para ninguno, que la descartes.

Lo sé. Hay gente que las descarta en los 5 primeros minutos. Si no lo ve todo claro al primer compás, tira la toalla y sentencia «que no funciona». Y me parece ESTUPENDO, porque ni la diseñé ni la compartí para ESE TIPO de usuario. Ese es el trader al que, como un polluelo, sólo espera que le traigan la comida y se la dejen caer en el pico. No, no las compartí para ellos.

Desde mi personal punto de vista un indicador o un proscreener es una herramienta básica, capaz de diferentes usos alternativos dependiendo de nuestra forma de operar o del tipo de trading que pretendamos en cada momento.

En general, diseño mis herramientas para mi propio uso. Si con el tiempo veo que son útiles y mejoran mis resultados, las comparto. Pero eso quiere decir que algunas han sido diseñadas para su uso en acciones, en temporalidad diaria y para swing trading (entre 3 y 20 sesiones, aproximadamente). Otras las diseñé específicamente para mi operativa en derivados, especialmente índices, e intradías.

Los traders que las usan con éxito tienen (como mínimo) un mérito IGUAL al del humilde diseñador que escribió el código.

Si yo hubiese manifestado que una herramienta determinada fue diseñada para usarla en un tipo determinado de activo y para una concreta temporalidad [algo completamente cierto], la mayor parte de usuarios habrían descartado de entrada probarla en cualquier otro, lo que el tiempo ha demostrado que es un completo error.

Muchos usuarios han sido tan amables de informarme de como utilizaban mis indicadores en activos, temporalidades y con métodos absolutamente insospechados para mí, muy distintos del mío propio, pero con gran éxito. Evidentemente, algunos otros me han manifestado que no les han llegado a sacar el partido esperado [generalmente por comparación con otro trader que sí lo ha hecho].

Y, ¿por qué? Es evidente que la cualidad de una obra de arte no se basa en la calidad de cinceles, brochas o tinta para escribir la partitura, sino en la habilidad y talento del artista. Pero seguro que los mejores artistas no trabajaban con herramientas de la peor calidad, sino de la mejor, para obtener esos resultados.

Diseño indicadores complejos y ricos en señales, porque dan oportunidades para la mayoría de traders y en la mayor parte de casos.

También en el trading, el talento es el propio de cada cual, pero lo básico es la técnica y los materiales y/o herramientas.

En poco se parece el trading de una acción de un mercado europeo para largo plazo, buscando señales en gráfico semanal, al scalp fulgurante en un SP500 de movimientos salvajes. Y, sin embargo, conozco traders que utilizan la misma herramienta en uno y otro caso. El truco es que LA LEEN de forma diferente. La han trabajado y han aprendido a descifrar en ella esas señales que les dan una ventaja sobre el mercado en cada caso. Y sí, son señales DIFERENTES en ambos casos. Por eso diseño indicadores complejos y ricos en señales, porque dan oportunidades para la mayoría de traders y en la mayor parte de casos.

Diseño mis herramientas para mi propio uso. Si con el tiempo veo que son útiles y mejoran mis resultados, las comparto.

Hoy por hoy sigo pensando que los traders que usan mis herramientas con éxito tienen (como mínimo) un mérito IGUAL o mayor al humilde diseñador que escribió su código.

Por eso respeto su búsqueda y su trabajo. La mayoría nunca me preguntaron «qué pasaría si hago esto». Lo hicieron y comprobaron qué pasaba.

Y por eso este post…


Consejos para Novatos

Consejos para Novatos

La sabiduría popular dice que «los consejos son gratis porque no valen nada«. No sé dónde lo leí, pero se me quedó grabado. Así que no vengo a aquí a pontificar, sino con voluntad de ayudar a cometer algún error menos de los muchos que yo he cometido [y sigo cometiendo] a lo largo de los años. Si a alguien le sirve algo de lo siguiente, bien estará.

Alguien me preguntaba hace unos días:

Para quien comienza en el trading, ¿es recomendable hacer algún curso o ves factible llegar a operar bien siendo autodidacta?

Excelente cuestión. Yo creo que depende de las aspiraciones de cada cual. Si uno pretende ser un buen trader aficionado [pero podría servir también para astrónomos o naturalistas amateurs], una formación autodidacta de tiempo libre con algún tipo de formación ocasional, imagino que es lo adecuado. Pero si se pretende ser astrónomo [o trader] profesional, y ganarse la vida con ello, seguramente el camino es una amplia formación dirigida.

Claro, que empezar por lo primero y avanzar hacia lo segundo es una prudente posibilidad. No imagino a nadie aspirando a ser naturalista profesional sin haber capturado y catalogado antes todos los bichos de su jardín, barrio y comarca.

En la formación en trading se da una máxima: deberás poner tiempo, esfuerzo y dinero. Entre las tres sumarán siempre el 100% y tú deberás elegir la proporción de cada una de ellas.

Yo he hecho ambas cosas: soy MUY autodidacta pero también he asistido a cursos y seminarios. Y siempre se avanza MUCHO MÁS DEPRISA aprendiendo de alguien. La formación autodidacta es más lenta y laboriosa.

En la formación en trading se da una máxima: deberás poner tiempo, esfuerzo y dinero. Las tres sumarán siempre el 100% y tú deberás elegir la proporción de cada una de ellas.

Acabaré por con un par de ideas que creo que creo pueden ser útiles.

 Cada vez que pierdo la paciencia, pierdo pasta

La primera: aunque cada cual puede tener su propia visión del tema, si tuviera que compararlo con un deporte, el trading creo que se parece bastante más a una carrera de fondo que a una de velocidad, y más a la pesca que a la F1.

A los que les conviene dar esa imagen de velocidad y vértigo es a los que viven [directa o indirectamente] de las comisiones operativas. No operes deprisa; opera bien. Lo que importa no es la cantidad, sino la calidad de tus operaciones. Pocas, si buenas, está bien [aunque los brokers me odiarán por decir esto].

La paciencia es una de las claves de este negocio. Cada vez que pierdo la paciencia, pierdo pasta; porque una buena operación acaba convirtiéndose en mala. Y yo, que me tengo por persona paciente, la pierdo demasiadas veces, todavía al cabo de los años.

No operes deprisa; opera bien.

No operes mucho; opera bien.

Y, como corolario de la anterior, el trading no es JAMÁS la solución inmediata a los problemas económicos de nadie. Pretender aprender a operar en los mercados en tres días para ganar dinero a partir del cuarto seguramente es un bonito sueño, pero si lo piensas dos veces te darás cuenta que es poco probable y atenta contra la máxima de la PACIENCIA que antes comentaba.


Actualización:

Para dar contexto al artículo, vale la pena leer esto para situarnos en el momento actual (julio-2020): New York Times publica un artículo sobre los Robinhoods y las graves pérdidas que empiezan a asumir muchos de ellos

El Diablo Del Último Tren

El Diablo Del Último Tren

Así le llamo yo a uno de mis viejos enemigos íntimos, aunque creo que lo es de casi todos, al menos en nuestros principios. Es esa ansiedad que te atrapa cuando la vela traspasa la resistencia y la ves crecer de manera casi incontenible.

«¡Se va, se va sin remedio!» piensas, «¡se escapa y no volverá!» y te lanzas locamente a comprar a mercado. En mi caso era como si un diablillo burlón me sacase la lengua desde un último vagón tras el que yo corría sin poder nunca alcanzarlo.

Eso que puede pasar en un minuto, en una hora o en un día, invariablemente acaba siempre del mismo modo: compramos y, no sabemos por qué extraño embrujo, la cotización se frena, la vela se gira y empieza el descenso. ¡Compramos en máximos! Y ahí estamos, empapelados, en bajada y con cara de tontos. Y el maldito diablo muerto de la risa.

Entonces te das cuenta que no era el último tren y que el demonio burlón, ese que siempre opera en nuestra contra, te ha vuelto a timar.

¡Compramos en máximos! Y ahí estamos, empapelados, en bajada y con cara de tontos. Y el maldito diablo muerto de la risa.

No hay últimos trenes. Jamás los hay. Siempre hay otro buen momento para comprar. Y si ese tren se fue, no corras tras él y espera al próximo. A mí me costó aprenderlo. Pero, al final, ese pequeño diablillo acabó enjaulado. Sigue gritando, pero he aprendido una palabra mágica para hacerlo callar: «pull back«.

¿Eres Empirista o Pragmático?

¿Eres Empirista o Pragmático?

Un empirista es aquel que necesita de la experimentación y de la experiencia. Por su lado, pragmáticos son aquellos que se convencen porque algo funciona en la práctica.

En el ámbito del trading, un pragmático seguiría un sistema sin necesitar saber en qué se basa, mientras que un empirista se preocuparía en entender cómo y por qué funciona.

No importa tanto qué sea mejor, sino que sepas de qué tipo eres TÚ.

Si eres pragmático, busca sistemas de recambio; si eres empirista, desarróllalos.

Los Grandes Beneficios y la Tozuda Estadística

Los Grandes Beneficios y la Tozuda Estadística

Hay quien se acerca a la Bolsa con la ilusión de obtener rápidamente grandes beneficios. Si es tu caso y quieres seguir soñando, lo mejor es que NO leas lo que sigue.

Diré obviedades, de las que un niño de primaria podría entender.

Para obtener GRANDES beneficios debes asumir GRANDES riesgos. Grandes riesgos implica apostar cantidades importantes a situaciones improbables. Cuanto mayor sea la cantidad y menor la probabilidad, mayor tu beneficio.

Por ejemplo, imaginemos que invertimos 1.000 euros a una situación con una probabilidad de 1/100. El premio será el de convertir mil euros en 100.000 euros en una sola jugada.

El problema es que eso ocurrirá sólo en 1 de cada 100 ocasiones, con lo en que las otras 99 ocasiones perderás los mil euros.

Para obtener GRANDES beneficios debes asumir GRANDES riesgos. Grandes riesgos implica apostar cantidades importantes a situaciones improbables.

Voy a ser generoso y voy a considerar que lo conseguiste. ¿Tomarás tu dinero y te retirarás del juego, o buscarás repetir tu suerte?

Por si faltaste ese día a clase, te recordaré que la probabilidad de repetir dos veces consecutivas una apuesta de riesgo se obtiene de la multiplicación de ambas. Así, la posibilidad de ganar dos veces consecutivas una apuesta con una probabilidad 1/100 es de 1/10.000; o, lo que es lo mismo, del 0,01%

La probabilidad de repetir dos veces consecutivas una apuesta de riesgo se obtiene de la multiplicación de ambas probabilidades.

La alternativa de muchos traders novatos es la de especular con valores de muy poco precio [centimeros o chicharros], que a poco que se muevan, generan importantes variaciones porcentuales.

El problema con ellos es que si su precio es tan bajo, es porque generalmente su valor también lo es, y lo más probable es que siga bajando. Si invertimos, digamos, 1.000 euros en uno de esos valores, igual que puede ganar en muy pocas sesiones un 50%, puede perderlo.

Y, eso representa una pérdida de 500 euros. Desde ese punto, deberemos esperar que recupere un 100% de su valor [doble] sólo para RECUPERAR el valor de nuestra inversión inicial.

Que un valor pierda el 50% (la mitad) de su valor no es fácil, pero que después recupere un 100% (el doble) es francamente difícil.

Así, pues, la estadística está contra los planteamientos más pedestres de enriquecimiento rápido en la inversión. Creo que es bueno recordarlo. Y, a partir de ahí, que cada cual tome sus propias decisiones.