Categoría: Trading

Las Herramientas Son Un Complemento

Las Herramientas Son Un Complemento

En muchos casos hay quien espera de una herramienta de trading algo así como una máquina de imprimir billetes de un solo botón. Pulsas, te fabrica la cantidad de dinero que necesitas, hasta que consideras que tienes bastante, vuelves a pulsar y la paras.

Pues, para todos [especialmente para los nuevos traders], déjenme que me explaye con un símil que, a veces, es la mejor manera de hacerse entender,

Una herramienta de trading [no sólo mía, cualquiera] es una especie de tester o, más correctamente, un multímetro, una herramienta muy útil para cualquiera que se dedique a cualquier campo de la electrónica.

Pero, el hecho de hacerse con un tester no le convierte a uno inmediatamente en un experto en electrónica. Lo primero que tendrás que hacer es aprender algo de electrónica y lo segundo, aprender cómo se maneja el propio tester. Sólo cuando esas dos premisas se dan, el multímetro tiene no sólo alguna, sino mucha utilidad.

Toma las herramientas de trading como lo que son: un complemento, no una solución mágica.

Pretender manejar un tester sin saber antes electrónica, es algo ridículo e inútil. Y de poco te sirve que te explique que incorpora en un sólo dispositivo un amperímetro, un voltímetro y un óhmetro, si ni te suenan esos nombres.

Hay quien espera que por tener un tester en las manos y en los cinco primeros minutos debería ser capaz de reparar un televisor o de diseñar una placa. Y, si no lo consiguen [que nunca lo van a conseguir] sentencian que el tester es inútil o no funciona bien.

Como resumen y colofón: toma las herramientas de trading como lo que son: un complemento, no un atajo ni una solución mágica.

Todo cuesta esfuerzo y trabajo; tanto el conocimiento general como el propio manejo de la herramienta. Échale trabajo y paciencia. Es la idea.

El Riesgo Cero y Otras Mentiras Podridas

El Riesgo Cero y Otras Mentiras Podridas

Soy alérgico al riesgo y, seguramente por esa misma causa, es IMPOSIBLE que me haga rico especulando. Del mismo modo [y por la misma razón] es bastante improbable que me arruine. De hecho ya he sobrevivido en esta selva durante bastantes años y mi patrimonio no ha sufrido grandes [GRANDES] descalabros.

Supongo que los más hábiles [o sea, todos mis amables lectores] habrán atinado con la sutil diferencia entre la imposibilidad de la una cosa y la improbabilidad de la otra.

Parto de una anécdota y de un recuerdo vivido el 28/3/2008. Andaba saltando un día por el BUND de corto a largo o viceversa, buscando una buena oportunidad cuando, sin venir a cuento ni razón aparente, sobre las 12:15 pasó de cotizar a 115,66 a 115,26… 40 pipos [¡400 euros por contrato!] en un abrir y cerrar de ojos, que un instante más tarde ya había recuperado. [Todavía siguen vivos los comentarios que desató en este hilo del foro X-Trader]

Pero, hemos quedado que esa era la anécdota, la excusa. Si resulta que el trading ya es lo suficientemente difícil, traidor y complicado, hay que sumarle los riesgos imprevistos.

El riesgo cero en el trading no existe. Acostúmbrate a la idea. Todo el maravilloso sistema tecnológico que te permite operar desde casa es mucho más frágil de lo que te imaginas.

Lo comento para que todos los que se inician los tengan en cuenta, pues pueden estar desarrollando una gestión técnicamente modélica de bajo riesgo y por desatender uno de estos factores ajenos, todo su trabajo [y parte de sus ahorros] se puede ir por el desagüe.

Pasar del papertrading [probar sobre el papel] al trading real comporta darse de bruces con algunos de ellos, a veces de forma dramática.

Por ejemplo, y empezando por el ejemplo mencionado, oficialmente un operador cometió un error y puso a la venta una barbaridad de contratos [parece que añadió algún cero de más en la casilla del número de contratos y acabó vendiendo 33 mil contratos de golpe], lo que movió la cotización de forma tan fulgurante como salvaje, barriendo toda la demanda. [Eso lo conocemos como un flash-crash]

Ese error hizo saltar un montón de stops y de órdenes en el mercado, unas a favor y otras en contra [ya por pura suerte]. Un error de un único operador anónimo que, si se produce mañana o cualquier otro día, y nos puede provocar un roto considerable.

Pero, vamos a fijarnos en otros aspectos, incluso más habituales. ¿Has tenido en cuenta qué puede pasar si cuando acabas de comprar se marcha la luz, o pierdes la conexión de Internet? ¿Y si sube o baja la tensión mientras cursas una orden y se altera? ¿Y si se cuelga el servidor de datos de tu programa gráfico o de tu broker, o tu propio PC? O, simplemente, se te derrama el café sobre el teclado.

Mi mayor pérdida en veinte años fue por dejarme olvidada una orden activa en el mercado.

La lista de imponderables, accidentes y problemas completamente ajenos al propio trading es larguísima, así que no trabajes NUNCA sin un stop de cobertura, por si se va la luz o se interrumpe la conexión. Y ten siempre a mano el teléfono del broker. Aunque, si el problema afecta a muchos abonados, puede tener el teléfono bloqueado. Lo inteligente es operar siempre de modo que lo máximo que te pueda pasar es que te salte el stop, por lejano que esté.

El riesgo cero en el trading no existe. Acostúmbrate a la idea. Todo el maravilloso sistema tecnológico que te permite operar desde casa es mucho más frágil de lo que te imaginas. Tenlo siempre presente.

 Ten siempre a mano el teléfono de tu broker

Y, ahora, mi propia confesión. La mayor pérdida que he sufrido en veinte años fue por dejarme olvidada una orden en el mercado. Al día siguiente me encontraba inesperadamente dentro de un futuro y muy mal posicionado. Me dieron todos los sudores fríos y decidí cerrar la posición y asumir toda la pérdida. Un descuido se llevó en un segundo las ganancias de meses…

Pero escarmenté y aprendí a tener también en cuenta los riesgos no previstos. Así que, aprende en mi propia piel y revisa siempre que no te hayas dejado órdenes activas olvidadas al final de cada sesión.

Espero que este comentario/confesión le sea a alguien de utilidad.

Las Insondables Razones Del Tiburón

Las Insondables Razones Del Tiburón

Ya hace bastante observo elaborados debates sobre la intencionalidad de las llamadas manos fuertes, leones o tiburones [cariñosamente para mí, ‘tibus’]. En esos elaborados post no es raro encontrar gráficos y usuarios de Koncorde, debatiendo si la intención de los tibus es tal o cual, o si es lógico que ahora entren o salgan.

Si me lo permiten, como diseñador del cacharro, algo creo que puedo aportar.

1) Error Nº 1: Una vez más recordaré [van ya mil] que Koncorde ni ve, ni sabe, ni intuye, ni representa la actividad de las manos fuertes y débiles, sólo ATRIBUYE los movimientos de volumen a unos u otros según un artificio matemático. Por lo tanto, darle carácter de representación real de los movimientos del mercado y crear hipótesis de escenarios con ello me parece excesivo. [En que sus señales fueran útiles para el trading fue en lo único que pensé como diseñador].

2) Error Nº2: Entre los traders [especialmente, los novatos] hay una marcada tendencia a pretender interpretar los movimientos del mercado son únicos, simples y coherentes. Trabajan con la hipótesis que todos los «tibus» piensan y actúan igual, como si de una sola persona o voluntad se tratase. En el fondo, para muchos de ellos el área azul de Koncorde es Gordon Gekko personificado, y su actuación debería siempre corresponderse con la idea o estrategia que ellos le atribuirían a ese personaje.

Pero, no. Los tibus son muchos y sus intereses están, en la mayoría de los casos, claramente opuestos. Hay tibus bajistas y alcistas simultáneamente; hay tibus que quieren hundir unas posiciones y otros que las quieren mantener a toda costa; siempre que pueden se alimentan de nosotros [pescaditos], pero lo que realmente les gusta es la carne de otro tiburón. Comerse los unos a los otros es su máxima y real aspiración.

3) Error Nº3No importa el por qué, sino el qué. Realmente, damas y caballeros, no me habrán visto aventurar la supuesta «coherencia» de las señales de Koncorde con esa idea única que [según la opinión de algunos] los tibus deberían actuar [si fuesen Gordon Gekko].

 No pierdo el tiempo en especular sobre las razones de los tibus [me da ABSOLUTAMENTE IGUAL por qué hacen una cosa u otra], sino que busco patrones gráficos útiles y los uso en mi beneficio

Pondré un ejemplo que creo claro. Cuando vemos emerger el área azul de Koncorde de manera ostensible concluimos que las manos fuertes están comprando. Pero, ¿por qué?

  1. Puede que estén acumulando para especular, o no.
  2. Puede que estén defendiendo ese nivel de precio, para que no baje, como hacen los cuidadores, o no.
  3. Pude que estén realizando una operación corporativa para que un determinado accionista o grupo obtenga más representación/poder en el Consejo, o no.
  4. Puede que un gran operador esté, simplemente, fastidiando a otro por pura diversión, o no.
  5. O puede que NADA de todo eso…

De hecho, me da igual. Yo la «coherencia» la estudio sobre las señales del pasado, en forma de patrones gráficos, que aplico sobre presente y futuro. Y como sé que las señales de Koncorde son atribuciones matemáticas de una amalgama de órdenes y situaciones dispares, cambiantes y casi siempre diferentes, no pierdo el tiempo en especular sobre las razones de los tibus [me da ABSOLUTAMENTE IGUAL por qué hacen una cosa u otra], sino que busco patrones gráficos útiles y los uso en mi beneficio. No me importan los supuestos por qués; sólo me interesa si ahora me conviene estar o no, y si corto o largo. Sólo eso.

No, no creo ni en Papá Noel, ni en los Reyes Magos, ni en Gordon Gekko ni en la coherencia de los mercados. Esto es un todos contra todos completamente descarnado.

Si sube, largos; si baja, cortos; y ahí acaban mis preocupaciones.

La Prodigiosa Economía de las Ideas

La Prodigiosa Economía de las Ideas

Si yo te doy un euro y tu a mi me das otro, al final terminamos los dos con un euro, exactamente igual de como empezamos.

Pero si yo te doy una idea y tú a mí me das otra, al final tenemos dos ideas cada uno. En términos económicos, ambos hemos doblado nuestro capital.

Eso es un buen negocio y el resto, paparruchas.

Este blog pretende TRAFICAR en ideas.

Los Benditos-Malditos Cursos

Los Benditos-Malditos Cursos

A mí este tema me apasiona. Lo digo sinceramente. En ningún lugar ni especialidad veo que los docentes sobre cualquier tema sean tan criticados, maltratados y puestos en cuestión.

El tema me interesa desde varios puntos de vista. En primer lugar, porque la enseñanza es una refinada transmisión de conocimientos de forma pautada. Una forma de transmisión de datos relevantes [mi materia] que da a entender que hay un corpus genuino de conocimiento como sustrato.

Como ya he comentado en alguna ocasión, me parece haber detectado un significativo grupo de ideas clave dentro del trading que se acercan más [como metodología] a las pseudociencias que a cualquier rama científica. Por eso hace años ando probando, identificando y desaprendiendo todo lo que me parece de dudosa veracidad, lo diga quien lo diga.

Si aceptásemos esa premisa, existirían cursos en los que no hay corpus real que transmitir más allá de algunas convenciones, suposiciones nunca demostradas y «cosas que a mí me funcionan«. Pero nada que admita un análisis científico-estadístico con cierto rigor.

Soy del tipo positivo que, por malo que sea el curso, siempre le saco enseñanzas. Aunque sólo sea cómo NO hacer JAMÁS determinadas cosas.

Permítanme el símil grotesco, pero sería como enseñar a un trader un conjunto de mantras y oraciones a diferentes santos para entonar en cada tipo de operación o de mercado. Igual fondo y, probablemente, parecidos resultados.

Sin embargo, hay otros muy sólidos en sus principios y que ofrecen una ventaja estadística en la operativa para algunos mercados y temporalidades concretas.

Y luego, están los alumnos. La mayoría de los asistentes a los cursos parecen bastante silenciosos. En general, se manifiestan poco. Son prudentes y, seguramente, la gran mayoría saben extraer lo que haya de positivo. Si me permiten personalizar, yo soy del tipo positivo que, por malo que sea el curso, siempre le saco enseñanzas. Aunque sólo sea cómo NO hacer JAMÁS determinadas cosas de esa manera.

Quizás los cursos sean caros, pero el autoaprendizaje no sale muy barato tampoco. 

Por contraposición, hay un grupo de ejemplares que se dan de importantes criticando cursos, simplemente para aparentar que saben tanto o más que quien los imparte. Algunos cuando critican, lo hacen con mesura, argumentos y razones, pero esos críticos sistemáticos y vociferantes dan que pensar. No se puede criticar a TODOS los cursos, si no se ha tomado parte en TODOS ellos. Una premisa tan sencilla, se les escapa.

En el fondo, son los mismos que cocinan mejor que el chef de cualquier restaurante al que van, y cuando hablan de cualquier tema superan a cualquier especialista [o sea, unos bocas; cuñadismo trader del bueno]. No siempre es culpa de la materia o del docente. Dice un viejo adagio que «el maestro aparece cuando el alumno está preparado«. Ya sé que ellos no lo entenderán, pero seguro que tú sí.

Otro factor es el de las desmedidas expectativas de algún alumno, ya sea motu propio o generadas por una exagerada maquinaria de marketing del formador.

Otra de las críticas recurrentes es el elevado precio de estos cursos [generalmente seminarios de pocas horas], que se considera desproporcionado. La verdad es que eso me parece bastante relativo. Quizás los cursos sean caros, pero el autoaprendizaje no sale muy barato tampoco. En mi modesta opinión, si un curso acorta tu curva de aprendizaje y consigue que dejes de cometer algún error, creo que ya podría considerarse como rentable. Cuanto más lo haga, más rentable.

Otro factor es el de las desmedidas expectativas de algún alumno, ya sea motu propio o generadas por una exagerada maquinaria de marketing del formador. Pensar que, por asistir a un seminario de unas pocas horas, uno ya sale con la receta infalible e inagotable de fabricar dinero en los mercados provoca, cuando menos, admiración ante tanta candidez.

La última que aportaré como colofón, es una máxima de la que me declaro fan incondicional, conocida como la Ley de Bok. La enunció Derek Bok, presidente de la Harvard University entre 1971 y 1991, cuando un periodista le recriminaba el elevado precio de la educación en su prestigiosa institución. Bok le contestó:

«Si la educación le parece cara, pruebe con la ignorancia»

Amen, Profesor Bok. Amen.

Y Qué Más Da Lo Que Haga El Mercado…

Y Qué Más Da Lo Que Haga El Mercado…

¿De verdad consideras importante saber qué pasará mañana en el Mercado?

Lo menciono porque a mí ese tema, en un principio, me preocupaba bastante. Pero, un día, llegué a una tranquilizante conclusión.

De hecho no se trataría de saber qué va a pasar [entre otras cosas porque eso NADIE lo sabe, porque es materia de adivinos] sino, simplemente, tener claro que harás tú si pasan determinadas cosas.

El gráfico es un mapa de probabilidades, con situaciones más o menos probables, aunque todas sean siempre potencialmente posibles.

Por ejemplo, si sube más allá de…, yo haré «x». Si no lo supera y se queda lateral, pues haré «y». Y si le da por bajar y, a partir de un determinado punto, haré «z».

Te aseguro que con eso basta y sobra. Porque, en el fondo, ¡qué mas da lo que haga el mercado si tú sabes cómo responder en cada caso!

Yo creo que lo más probable es que tome un determinado camino, pero si toma cualquier otro, me dará igual. Actuaré en consecuencia y no me estresaré porque el mercado no hace lo que a mí me parecía más probable.

Por eso a menudo recuerdo aquello de que el gráfico es un «mapa de probabilidades», con situaciones más o menos probables, aunque todas sean siempre potencialmente posibles.

Cuándo Cerrar un Paraguas

Cuándo Cerrar un Paraguas

Hoy les dedicaré una de esas entradas tontas que a veces se me ocurren. Esas que pocos aprecian porque sólo digo obviedades pero que, para mí, resultan útiles, precisamente para no olvidarlas.

Todos se esfuerzan en pronosticar qué pasará mañana, cuando lo único que importa es estar HOY en el lado correcto. Es como dedicar la mayor parte de nuestro tiempo y esfuerzo a pronosticar el tiempo futuro para después mojarse cuando llueve o resfriarse cuando refresca.

 Cuando llueve, no cierro nunca el paraguas antes de que deje de llover,  porque si lo cierro antes me mojaré hasta que realmente pare.

¿No es más lógico -simplemente- ver el tiempo que hace hoy y actuar en consecuencia? ¿Acaso hacen otra cosa habitualmente? ¿Necesitan saber imperiosamente 24 horas antes cuándo va a cambiar la meteorología para no verse del todo sorprendidos?

Yo, miro por la ventana y si llueve, tomo el paraguas. Y cuando llueve, no lo cierro nunca antes de que deje de llover del todo,  porque si lo cierro cuando pronostico que dejará de llover, mientras se cumple [o no] mi vaticinio, me quedaré como un pollo hasta que realmente pare. ¿Acaso sirve de algo o merece más mérito ser el primero en abrirlo o cerrarlo?

Lo dicho, una estupidez de post. Pura obviedad.

Pero espero que a algún trader ansioso le pueda ser de utilidad.

Jugar Bien Tus Cartas

Jugar Bien Tus Cartas

Hay poca verdad en los mercados y NULA en la actividad del trading.

De hecho, como ya he publicado en alguna ocasión, opino que la principal función de los Mercados es la de GENERAR CONFUSIÓN para ocultar los datos relevantes. Ya que, según las propias reglas del mercado, la verdad debe existir como variable en el sistema, los mercados generan una cantidad ingente de ruido para ocultarla. Los pocos que son capaces de reconocerla e identificarla son los que tienen alguna posibilidad de enriquecerse.

Considero a los mercados como el sistema de información humano más complejo jamás creado.

Descubrir, aislar y catalogar la escasa verdad fluyente y filtrar el ruido y la mentira [deliberada o no] es algo que merece la categoría de RETO. ¡Me encanta! Me siento como una mezcla a partes iguales del Sam Spade en “El Halcón Maltés y del John Forbes Nash novelado en “Una Mente Maravillosa”, escribiendo sobre los cristales los principios del Equilibrio de Nash y la Teoría de los Juegos.

Me gusta el trading especialmente porque considero a los Mercados como el sistema de información humano más complejo jamás creado y eso es un DESAFÍO APASIONANTE. Es mi propio laboratorio de ideas.

Para mí, el trading es un juego estadístico donde las certezas no existen y sólo se trabaja con probabilidades. Para entendernos, para mí es más parecido al Póker o al Black Jack [o al dominó, en versión más hispánica] que a la ruleta o a la lotería.

Si estuviéramos ante un juego de azar puro como la lotería, todo se basaría en la suerte. Todos tenemos las mismas opciones al comprar un número y acertar el premio mayor no tiene mayor mérito. Le toca a quien le toca y si juegas más, tienes proporcionalmente más probabilidades.

Analizar los mercados desde el punto de vista de la gestión de la información, es como entender cómo gestiona sus cartas un experimentado jugador de póquer.

Pero convendremos todos que, independientemente del oponente, en un juego como el póquer [o dominó o la mayor parte de juegos como los antes enunciados] un jugador novel tiene muchas menos opciones de ganar que uno experimentado. ¿Quiere eso decir que el experimentado ganará siempre? Tampoco. Está el factor azar sigue presente en las bazas que se le presenten en cada partida y momento. La diferencia es que, con ellas en la mano, sabe gestionarlas mejor que el novato. Incluso sabe cuándo es conveniente NO jugar y dar una mano por perdida.

Por eso mi orientación es analizar los mercados desde el punto de vista de la gestión de la información, del mismo modo que intentaría entender cómo gestiona sus cartas un experimentado jugador, sean las cartas que sean las que le llegan en la mano.

Al final, ganar con una pareja de doses en el póquer, o en el dominó cargado de dobles, es una hazaña al alcance sólo de jugadores experimentados.

No Se Trata Tanto de los Datos…

No Se Trata Tanto de los Datos…

No se trata tanto de los datos, sino de cómo los leas.

Y te lo voy a demostrar.

Mismas letras, mismo código, diferente ordenación:

  • On es atart otnat ed sol sotad, onis ed omóc sol sael.

Mismo código, misma ordenación, menor cantidad de señal:

  • N s trt tnt d ls dts, sn d cm ls ls.

Introduciendo ruido blanco:

  • Nhoh shhe trhahta tahntho dhe hlohs hdhathohs, shihnho deh cóhmoh hlhohs lehahsh.

O introduciendo ruido gris:

  • dNrtoyusyeptverua,tla;tawxnitotde;l.oiupswdxauitzxo-s,suyi4n3ogdehtceómptolohsllhea,ahsñ.

El mercado aporta señal, pero está lleno de ruido. En el mejor de los supuestos, se puede parecer bastante a este último ejemplo, donde TODAS las letras y palabras están incluidas y en el orden adecuado, pero el nivel de ruido es tan alto que es casi imposible interpretar el mensaje original.

Códigos originales de la famosa máquina Enigma

¿Crees que todo esto es un simple divertimento? ¿Crees que no tiene nada que ver contigo y con el trading? Pues yo creo que lo tiene, y mucho. Y, si lo piensas un poco, seguro que a ti también te lo parecerá.

Por eso hay que trabajar en nuevas formas de visualizar esos datos, para separar los relevantes de los que no lo son; para aislar y anular el ruido al máximo posible.